
Las manchas de fruta se quitan con agua caliente y, si persisten, se mojan con agua fría mezclada con algunas gotas de glicerina, se dejan en reposo y se les aplica vinagre antes de lavar la prenda.
Si son fresas, y siempre en ropa blanca, se frota el tejido con una mezcla de amoníaco y agua oxigenada de 20 volúmenes a partes iguales.
Si se trata de manchas de durazno, remoja la prenda en agua tibia con dos cucharaditas de perborato. Aclara bien y lava como de costumbre. Este procedimiento sólo puede utilizarse en ropa blanca.
Y por último -aunque no nos gusta hacer publicidad…- si se trata de manchas de plátano…o banana…salen con Vanish desmanchante y blanqueante…
Los tejidos de tapicerías, se desmanchan con zumo de limón y después se cepillan con agua fría. En cambio los manteles con manchas oscuras – uva negra, ciruelas, fresas, etc.- se lavan con agua fría y bicarbonato.